¿Te sobran empleados y te faltan líderes? Aquí está el freno de mano de tu empresa

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Si tienes más de 15 o 20 mamíferos en nómina —y la empresa sigue dependiendo de ti para todo—
puede que te pase lo mismo que a muchos empresarios que ya han cruzado la línea del “equipo grande”.

No te faltan manos. Te faltan líderes.

Y sí… te sobran empleados.
Algunos que hacen como que hacen.
Otros que están solo por el sueldo.
Algún que otro palmero.
Algún rehenado crónico.
Y unos cuantos que aún no saben si tirar por el camino de la implicación… o el del mínimo esfuerzo.

El problema no es la plantilla. Es la estructura.

Porque si tú sigues siendo el único que medio dirige
El que a veces gestiona
Y el que en sueños lidera

Houston: tenemos un atasco.

Yo también fui el general sin sargentos

Durante años me pasó exactamente eso.
Yo era el general de la tropa.
Y todos los demás… soldados rasos.

  • Nadie con galones.

  • Nadie con capacidad de decisión.

  • Nadie que tirara del carro si yo no empujaba.

¿Resultado?

  • Todo pasaba por mí.

  • La empresa tenía el freno de mano echado.

  • Quería crecer, pero no tenía con quién hacerlo.

  • Soñaba con delegar, pero no confiaba lo suficiente en nadie.

  • Y cada paso que daba era a costa de mi tiempo, mi salud y mi familia.

¿Te suena?

Porque cuando nadie te ayuda a gestionar la tropa, lo que estás dejando sin atender es justo lo más importante:
el futuro de tu negocio.

Vas apagando fuegos… pero no construyes nada

Y al final:

  • Los días pasan.

  • Las semanas se te escurren.

  • Tu cabeza no da para más.

  • Y cuando consigues avanzar… es a costa de tu paz.

Tu descanso.
Tu sosiego.
Tus hobbies.
Tus hijos.
Tu pareja.

Tu vida.

¿Cuál es la salida?

Muy sencillo. Pero no fácil.

👉 Empieza a delegar.

Y no me refiero a soltar marrones.
Ni a repartir tareas como si fueras el jefe de pista de un circo.
Me refiero a delegar liderazgo.

A formar tu equipo A.
A identificar en tu plantilla a esos 2, 3, 4 perfiles que pueden y quieren asumir responsabilidad.

¿Cómo lo haces?

Aquí te dejo la hoja de ruta. Sin PowerPoint, pero con práctica:

  1. Busca a tus capitanes

    • Mira con ojos nuevos a tu gente.

    • No todos valen, pero alguno sí.

    • Hay talento oculto en tu propia plantilla.

  2. Habla con ellos

    • En persona.

    • Sin florituras.

    • Explícales lo que esperas y lo que necesitas.

    • Y pregúntales si están dispuestos.

  3. Escribid juntos sus nuevas funciones

    • Que quede claro qué pueden decidir.

    • Qué van a liderar.

    • A quién reportan.

    • Qué se espera de ellos.

  4. Déjales hacer

    • Esto cuesta.

    • Porque vas a querer controlar.

    • Pero si no dejas espacio, no crecen.

    • Y si no crecen, tú tampoco.

  5. Comunícalo a todo el equipo

    • No por correo.

    • Haz una reunión.

    • Explica los cambios, los roles y por qué es bueno para todos.

    • Refuerza que no es poder, es responsabilidad.

  6. Ponlo en marcha

    • No esperes a tenerlo todo perfecto.

    • Ajustarás sobre la marcha.

    • Pero empieza.

    • Ponlo en marcha.

¿Qué pasa cuando formas ese equipo A?

Pasa lo bueno.

  • Tu negocio crece sin que tú estés en cada decisión.

  • Tu equipo se siente parte de algo más grande.

  • Las personas adecuadas se desarrollan.

  • La cultura se vuelve más fuerte.

  • Y tú… puedes respirar. Pensar. Dirigir. Vivir.

Te lo digo claro: hasta que no tengas líderes, no tendrás libertad

Porque da igual que factures un millón o diez.
Si todo depende de ti, estás atrapado.
No tienes empresa.
Tienes un autoempleo de lujo.

Y si tú caes, todo se tambalea.

Así que hoy, empieza a pensar como general de verdad

  • Busca a tus tenientes.

  • Suelta lo que no te corresponde.

  • Y empieza a liderar… sin necesidad de estar en todo.

¿Quieres ayuda para hacerlo?

Eso es exactamente lo que hago en las mentorías con mis clientes.
Te ayudo a:

  • Identificar a tu equipo A

  • Redefinir los roles y responsabilidades

  • Organizar tu empresa para que funcione sin ti

  • Y tener más claridad, dirección y tranquilidad

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